Un buen arquitecto es el que ofrece un servicio profesional excelente y que añade a esto un trato personal exquisito. Para alcanzar estos atributos es importante saber delegar en el resto del equipo y tener en cuenta las opiniones del resto de participantes del proyecto en la fase de diseño y construcción.
No obstante, a priori muchos arquitectos cumplen con esos requisitos, de modo que no siempre es fácil decantarse por uno u otro. Para hacer esta decisión más sencilla, a continuación os proponemos algunas claves para elegir el arquitecto perfecto.
Definir al máximo el servicio que se desea recibir
Si como cliente tienes claro qué servicio esperas de un arquitecto o un equipo de arquitectura, especificando en todo momento cuáles han de ser las labores de cada una de las partes, va a ser muy cómodo elegir arquitecto.
Un primer consejo pasa por elaborar una lista con tres o cuatro arquitectos. A esa lista se puede llegar consultando con amigos y familiares, buscando información en internet o intentando localizar el autor de una obra que realmente te guste.
Contactar con los arquitectos y definir el proyecto
Una vez seleccionados esos cuatro o cinco arquitectos candidatos para el proyecto es el momento de contactar con ellos y describir con minuciosidad todos los detalles del trabajo a realizar, preguntar por su disponibilidad y plazos para realizarlo y estar atento a las connotaciones positivas y negativas que reflejan los profesionales por el proyecto.
Esta fase sirve de avanzadilla para continuar con la fase de selección que debe incluir información sobre los trabajos previos de esos arquitectos, solicitando el portafolio de sus obras y, por supuesto, explicando bien qué es lo que s desea, cuál es el presupuesto disponible y hasta dónde puede llegar su trabajo.
Tomar la decisión final
El último paso es el más complejo, el de tomar la decisión. Esta va a estar marcada en gran medida por las sensaciones que han dejado los arquitectos en los contactos previos. Conviene no dejar pasar más de dos o tres días para decantarse por uno u otro arquitecto, pues la información básica ya se dispone de ella y retrasar la elección no hace más que sembrar dudas.